jueves, 28 de abril de 2016

Todo lo que sabíamos del conflicto sirio y todo lo que queríamos saber, hace unas semanas, cabía en un folio.

Hoy, ocupa una pared entera y sigue creciendo.



Lo que llevamos hecho... 
Recogida de material de primera necesidad, 
venta de camisetas #benvidosrefuxiados, 
mensajes de ánimo, dibujos de caracoles y cartas para los niños, 
#deniñoaniño, 
ayer,la charla de Ruben Arroxo (que os contaré luego con detalle)


















...En lo que estamos trabajando ahora...redes sociales...
...Facebook, twitter, instagram, youtubers, bloggers...

...y sobre todo...lo que vamos a seguir haciendo es... 
...leer, informarnos,ver videos, escuchar lo que nos cuentan desde Grecia...
...conocer, buscar, preguntar...
 ...la realidad desde todos los puntos de vista para poder decidir y actuar...

SAY SOMETHING

YO HICE ALGO Y TU?











miércoles, 20 de abril de 2016

Gracias Caurel!

Ole por esos niños que entregan sus juguetes, sus dibujos y sus mensajes de ánimo! 
Ole por esos padres que les apoyan! Ole por esas profes que agotan las existencias de compresas del pueblo! 
Ole por todo un cole vestido con camisetas #benvidosrefuxiados 
Ole por Caurel, chiquito pero matón! 
Mil gracias a todos!
#caurelmola






... Y esto no acaba aquí... 
...Seguimos trabajando...
...Say something...
...Yo hice algo... Y tú?...

martes, 19 de abril de 2016

Así va la recogida...

Esto es parte de lo que llevamos recogido... hay ropa, juguetes, compresas, pañales, chocolate, miel casera y un montón de gorras da festa da castaña do Caurel!!!
Tenemos unos caracoles  preciosos y cartas muy emotivas... Aún estás a tiempo de participar!
Iré subiendo fotos poco a poco porque mi maletero no da para más!





Recuncho para Siria

Este es nuestro rinconcito para los refugiados.
Aquí mostramos la información sobre las actividades en apoyo de los refugiados de las que nos vamos enterando.
Los alumnos de 1°y 2° de ESO han decorado una caja donde puedes dejar tu colaboración.
Recuerda que puedes colaborar con tus dibujos y mensajes para los niños sirios



viernes, 15 de abril de 2016

Di algo! Haz algo!



Las canciones conectan de forma brutal con nuestras emociones... Escucha...Lee la letra...Mira las imágenes...Conecta con esos ojos...
DI ALGO










"Say Something"
Charlie Winston

Say something
Anything you can
I’ve been waiting patiently
To understand

Say something
Let us share the weight
A single word could be enough
To pull us from this state

There is only
Only so long I can keep holding on
Before I say so long
So long

Say something
Set your silence free
I’m sentenced to a jail cell waiting
For you to turn a key

Say something
Before the walls fall in
There’s nothing I can do
To lift us from
The space we’re in

There is only
Only so long
I can keep holding on
Before I say so long
Say so long

Well if it’s only just a sign
At least I’d have a way
To know it’s not a game
You mean to play
There is only
Only so long
I can keep holding on
Before I say so long

There is only
Only so long
I can keep holding on
Before I say so long
Say so long

It’s been a way too long
Since I heard your song
So come on
Sing up, sing out for me

Me apunto!

A través del grupo de Facebook portabebebés para siria.Lugo con el que colaboramos descubrí  maestros con los niños sirios. Es una web donde personas del mundo de educación trabajan juntas para acercar el tema de los refugiados a sus alumnos. Recursos, actividades prácticas, vídeos, cuentos, reflexiones...Se trata de abrir en nuestras aulas un espacio a los olvidados, ...de niño a niño...

Para mi, saber de su existencia ha sido como...ver un poco de luz...sentirme acompañada en lo poco que pueda hacer en mi aula...
Os invito a visitarla, seguirla, colaborar, participar...
Yo me apunto! Y tu?

jueves, 14 de abril de 2016

yo nunca hice nada

Con este emocionante escrito de Antonio A. Márquez Ordóñez. @AMarquezOrdonez, publicado en el blog maestros con los niños de siria me lanzo a "hacer algo".
Demasiado tiempo viendo imágenes que rompen el alma por dentro, demasiado tiempo pensando, demasiado tiempo parada sin saber qué puedo hacer yo...yo, como educadora, como madre, tengo en mi poder el arma más poderosa para cambiar el mundo...LA EDUCACIÓN.
Este es el primero...pretendo compartir aquí y allí todo lo que vaya encontrando que pueda dar ideas para trabajar en las aulas, videos, artículos, fotos, reflexiones... mias y de tod@s aquellos que están volcados en cambiar las cosas.

sábado, 9 de enero de 2016


Yo nunca hice nada

Todo ocurrió de repente, sin lógica ni orden, sin motivos aparentes.
Yo soy un maestro de los de siempre, con sus alumnos, su maletín y sus libros de texto. Solo hacía mi trabajo enseñando a generación tras generación sin meterme en temas políticos, religiosos o morales. Una persona sencilla.

Por eso no alcanzaba a entender por qué teníamos que huir de nuestra tierra, de nuestro hogar, de nuestras raíces. Huir dejando atrás todo lo que amábamos por una amenaza de muerte que nada tenía que ver conmigo ni con los míos. Mi cabeza no podía entender por qué nos pasaba esto. Si yo nunca hice nada.

Aún resuenan en mi cabeza los gritos despavoridos de todos los vecinos anunciando lo peor

- ¡Ya vienen! ¡Corred! 


Salir corriendo, huir con lo básico, con lo imprescindible para la vida. Qué poco se necesita cuando nuestras vidas están en juego. Cuánto dejas atrás que ya no es necesario, prescindible. ¿Qué hemos hecho en nuestra vida? En un segundo valoras la vida por encima de todas las cosas.

Llevaba a mi hijo de dos años en brazo y una maleta con esas pequeñas cosas. Mi mujer me acompañaba, mantas en una bolsa, algo de comida y dinero y el peluche favorito de él. No había nada más.

Fuente: Periodista Digital
Todo fue un infierno dantesco en nuestro incierto viaje, pasando frío, hambre, miedo y sobre todo impotencia de ver llorar a tu familia. 
Hicimos un largo camino dejando todo atrás, deambulando por tierras desconocidas como un ejército de zombis. Tierras prósperas que vivían en paz y que nos miraban como los herederos por derecho de nuestra propia situación, indiferentes, insensibles, fríos. 
La falta de empatía de aquellas personas me llamaba poderosamente la atención aquellas veces en las que el hambre y el miedo abandonaban mis pensamientos. 
Mis sentimientos pasaban inevitablemente por la frustración y desapego por el ser humano. ¿Por qué no nos ayudaban? ¿Qué pasaba por sus cabezas? ¿Acaso no fueron niños, no tuvieron maestros que los concienciasen sobre la empatía, la solidaridad, la cooperación, el diálogo?

Fuente: Noticiasrcn
Fuente: El Patagónico
Pero cuando una persona tiene sus necesidades saciadas, difícilmente se esfuerza por entender al otro, por pensar qué sería de ellos si les sobreviniera esta situación.
Sin embargo a nosotros nos sobrevino, y hubo un tiempo muy muy cercano en los que yo vivía como ellos. ¿Qué paso? ¿Qué nos llevó a esto?

Yo nunca hice nada

Durante el viaje del terror en el mar, en la noche, en el sufrimiento, tuvimos una noche de calma en la que pudimos descansar sin temor a morir. Mientras mi hijo dormía acurrucado en los brazos de mi mujer, mi mirada se perdía en su carita de ángel y mi mente buscaba en lo más oscuro y profundo las causas de todo. 

Y entonces, y solo entonces fue cuando pude dejar a un lado el odio y la frustración y mirar en mí mismo, en lo que yo hice en toda mi vida, en todo mi caminar para cambiar el mundo. Igual que ahora me pregunto el porqué de la pasividad de las personas que habitan estos países que atravieso, hubo un día en el que la pasividad también se adueño de mí. Una pasividad que ahora me reprocho y que jamás me perdonaré. 

Caí en la cuenta de que yo nunca hice nada, nunca hice nada por evitarlo y había tenido el arma más poderosa que existe en mis manos para haberlo logrado: la educación. 

Caí en la cuenta de que siendo maestro durante tantos años, teniendo el poder de cambiar las mentes de los niños y hacerlos futuras personas solidarias, empáticas, abiertas de mente y de espíritu, humanas en definitiva, nunca hice nada. 

Durante todos mis años de calmado y cómodo trabajo solo me preocupé por dar la lección, porque los alumnos aprendieran lo que aquellos libros de texto nos marcaban y que nada tenía que ver con la vida, con la persona, con las emociones, con la sensibilidad o con el respeto. 

Caí en la cuenta de que esa era la causa de todo: creamos autómatas programados para la competición, el individualismo, el poder. Personas que deben ser más que el otro, personas con un apetito feroz. Esto culmina en sentimientos de indiferencia, de insensibilidad y de miedo. Miedo a perder el estatus que tanto les ha costado. Personas que lleguen a mirar a un refugiado como una amenaza a su modo de vida. Personas que no entienden que está en sus manos cambiar este sufrimiento. 

Yo contribuí a ello y ahora me arrepiento. Me arrepiento enormemente y pido perdón.

Todo fue un mal sueño

Ahora os puedo contar que afortunadamente todo lo que os he contado fue un mal sueño. Un sueño que tuve una noche después de leer un artículo donde se nos volvía a contar que habían aparecido otros tres niños muertos en las costas de Turquía. 

Y digo afortunadamente porque este sueño me ha hecho reflexionar, replantearme mi modelo de enseñanza. Replantearme si transmito aquello que verdaderamente importa a mis alumnos. 
Afortunadamente porque al despertar descubrí que estoy a tiempo, que yo podría haber sido el protagonista de la historia y no lo soy, que aún puedo cambiar las cosas. Que tengo la posición y el privilegio de hacer cambiar las cosas en un país de esos, que como en el sueño, vive en paz y con sus necesidades cubiertas. 
Puedo formar personas que en un futuro sean capaces de solidarizarse con los refugiados, con los que sufren, con los niños que huyen. Está en mi mano transformar mi clase y trabajar el control de las emociones, la empatia, la asertividad, el diálogo, la resolución de conflictos, el autoconocimiento, el respeto, el acercamiento a otras culturas, la gestión del miedo, la felicidad, la cooperación...

Un mal sueño que me ha dado una segunda oportunidad para cambiar las cosas y ofrecer a mi hijo un mundo mejor.


Antonio A. Márquez Ordóñez
@AMarquezOrdonez